martes, 28 de abril de 2015

Vértigo

Pero verte y darte el mundo es el único deseo que no puedo cumplirme.
Porque puede que me olvide cada tanto y me deje llevar por los incontables caminos laberínticos que me propone esta mente enferma, pero anhelo la plenitud de tu risa desbordada de amistad y alegría.
La belleza de la vida que conocí por tus ojos, la curiosidad para explorar tu cuerpo entero, el blindaje despojado al costado de la cama, saberte libre, genuino, completo, perfecto...
Me encantaría que todo lo que vibra dentro de mi cuerpo salga en actos para vos, en risas y en abrazos. En oportunidades de ser vos, en ser vos conmigo, de que seas en la confianza de sentirte invencible e inabarcable, así te vi siempre desde la cercanía de mi ventana.
Pudiste ser la esencia que más profundo buceo en mi alma. Todas mis huellas tienen tu nombre.




Tu revolución llenará sonrisas, 
yo la incorporé a mis aperos 
de trabajo, a mi vida. 

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