jueves, 28 de enero de 2016

Ella

Amiga,
 Este año me agarro biológica y sensible, y te compre una planta.
'La planta' no es cualquier planta, fue elegida con sumo detenimiento, es una crasa. Una planta del desierto, amante del sol que a cualquier otra achicharraría. El caso es que yo pienso que si vos fueras verde, serías una crasa, así con una simpleza de ornamentos ni palitos de colores que salen para todos lados, ni colores estridentes para llamar la atención de cualquier bicho (bue..), hermosa desde el diseño de cada hoja, preparada para afrontar los calores mas terribles y las noches mas frías del planeta, mas fuerte que las piedras que en el desierto se convierten en arena. 
Así te veo yo, así sos para mi. 
Una fuente de agua en los momentos mas hostiles.  


Limpiando mi cajón de los recuerdos preferidos, encontré el regalo mas hermoso de todos. Si bien aquella planta pudo mas que mi inteligencia y terminó con su vida en mi balcón, me impuso el reto de cuidarla y de protegerla, de explorar mi rincón responsable y hasta de hablarle para decirle lo linda que era. Por que sí, así era, sencilla y austera.
Cada vez que la vida me acerque de vuelta a cualquier planta va a ser siempre a través de ésta crasa que me llego por aquella amiga amante de las locuras de la naturaleza, que es un ejemplo de fidelidad y compañia para mí.
Hermana, gracias por dedicarme siquiera algunos de tus minutos para escribir estas lineas hermosa, me llenan en alma. ¡Te adoro!

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