miércoles, 1 de junio de 2016

Wladimir

Tenés 24 y pensas que viste y escuchaste todo a cerca de tu familia, pero no es así. Justo en el día en que te dispones a dibujar tu árbol genealógico porque mañana tenes una consulta de BioNeuroEmoción la vida te reprograma todo lo que pensabas "cerrado".
Tengo que agregar a una persona mas a ese árbol y justamente no es Benjamín. A ese árbol le creció una rama mas hace 16 años. Era una rama escondida, invisible. Yo particularmente no me acuerdo en absoluto de que haya existido la posibilidad de que haya algo donde ahora hay. A mis 8 años muchas cosas entendía y otras alguna magia del universo me bloqueó por no ser posible digerirla. Esa rama que ahora se incrusta con razón y pertenencia en nuestro árbol tiene nombre de mago o de político medio peligroso. Todavía no pude ver sus tallos ni oler sus hojas, pero apuesto a que va a ser tan linda como lo es el árbol entero.
Si de verdad uno cree que en la familia Martín - Diaz escuchaste, viste, o presenciaste todo, estas muy equivocado. Acá la vida es un ir y venir, una montaña rusa que con sus revoluciones genera otras más para el futuro, la vida apasible y tranquila no nos representa (y digo nos porque realmente con cada huracán que rompe y revuelve los cimientos de sus vidas, automáticamente remueve los cimientos de las nuestras). La vorágine y la adrenalina que es su néctar nos amarga o nos endulza (en este caso) la vida.
No tengo muy en claro que hacer, que cara poner o que decirle cuando mañana lo vea a este ser que eligió a misma familia que yo, que me tuvo a upa y que tiene un corazón enorme (y unas pelotas igual de pesadas). Se que en el fondo de su ser está feliz pero asustado. Me gustaría abrazarlo y reírme con el de la noticia hermosa que recibimos, que estallemos de felicidad y que pensemos a partir de hoy que podemos hacer con él. Hoy estoy feliz, la vida te puede cambiar en un minuto. No se entiende cómo hace el universo pero todo se termina revelando.
Agradezco que estas cosas pasen, que existan los encuentros y las nuevas oportunidades.
Vladimir, todavía no te conozco pero se que estas acá para transformar. Te espero con los brazos abiertos


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